Esta es la primera lección para nosotros: escuchar al consumidor. Averiguar qué necesita y dárselo. Armado con esta primera investigación de mercado Levi tomó su lona y vendió algunos pares de lo que él llamaba "overoles hasta la cintura". Así es como se veían los primeros pantalones. Yo no me los pondría. Los mineros los llamaban "pantalones de Levi", o Levi’s, y el resto es Historia, nuestra historia y la de ustedes también. Los mineros adoraban sus pantalones rudos, y de hecho se volvieron tan indispensables como sus palas y sus picos, pero Levi no quedó satisfecho, y a mediados de la década de los 60’s comenzó a traer mejores telas, sarga de Nimes, Francia, y entonces "sourge de Nimes" simplemente pasó a llamarse "denim". De ahí viene la palabra "denim", para mezclilla. En 1871 Levi hizo sus pantalones aún más fuertes, cuando compró a un hombre llamado Jacob Davis una patente para remaches en los bolsillos, que ni siquiera las pepitas de oro más grandes podían romper. |
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