La simplicidad y las líneas minimalistas son las señas de identidad de Calvin Klein. Este diseñador, quien por mucho tiempo fue el rey de la pasarela americana, posee, además, otra arma secreta: sabe cómo provocar. Él fue quien lanzó al estrellato a la belleza anoréxica de Kate Moss. También fue el responsable de colocar en las vallas publicitarias, en 1979, a la bella y cautivadora adolescente, para la época, Brooke Shields. El elogans de aquel entonces decía lo siguiente: “¿Sabes lo que hay entre mis Calvin y yo?... Nada.” |
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